Ese es el asunto: empieza uno siendo idealista y acaba siendo escéptico sin remedio. La "Historia" la escriben el poder y el dinero, así que no vale la pena molestarse en intentar cambiarla, a final de cuentas los "protagonistas" creen ser felices con el ínfimo diálogo -si acaso- que les tocó. Y el resto...sólo espectadores que a final de cuentas se irán y seguirán con la consigna: patea el pesebre, haz lo menos que puedas, estira la mano y pon cara de sufrido para que te echen un estúpido hueso y puedas volver a tu cómoda indolencia. Y yo, la ilusa, guardaré mis ideales ingenuos en lo más recóndito de las tripas, levantaré la cara y clavaré la mirada a la Realidad, que está allí, burlándose de mí...
Este Blog nació el 21 de mayo de 2011 con la idea de obligarnos a hacer fotos. Es un ejercicio de la imaginación. Originalmente cuenta con dos miembros: Beatriz Noguez y Abraham Echauri. La idea es iniciar una conversación donde los autorretratos sean las palabras. Cada foto debe responder a la anterior y permitirnos evolucionar, mostrar algo de nosotros, pero seguir siendo un juego, una cascarita entre amigos.
No tiene que ser así. Es cierto que la historia del mundo ya está escrita. Sin embargo tu tienes otra mejor historia que ya está escrita. Solo encuentra el camino para encontrarte con ella.
ResponderEliminarEntonces veras que esa "realidad" ya no se burlará de tí, sino que se avergonzará.
Tu admiradora num. 1
Es cierto, empecé siendo idealista, pero nunca desistí. A Bella le he contado tooodas las heridas del camino, sin embargo a los 52 encontré -y así se lo dije- lo que siempre busqué. 'Sabía que existías -le dije; perdóname por no haber esperado'.
ResponderEliminarTienes razón, no vale la pena molestarse en intentar cambiarlos, no sabes cuánto oré por ese cambio, pero no lo quisieron. '''Ánimooooo!!!
Los "protagonistas" NO creen ser felices; saben que NO lo son.
Tienes razón: a final de cuentas se irán y seguirán con SU consigna: patea el pesebre, haz lo menos que puedas, 'ellos' estiran la mano y ponen cara de sufrido para que les echen un estúpido hueso y puedan volver a su cómoda indolencia.
Yo, el iluso, guardé mis ideales ingenuos en lo más recóndito de las tripas, levanté la cara y clavé la mirada a la Realidad, que está ahí, recompensando mi lealtad, fidelidad y ánimo para buscar (y la encontré) Te amamos, y también en ti se cumplirá... ya verás... (Art).