Por diferente que sea una manera de pensar, siempre será humana. Es decir, no podemos siquiera imaginar que sueña una araña o una mosca. No sabemos cuales son sus anhelos. Si lo supiéramos probablemente hubiéramos preferido ser uno de ellos. Volar o pender de un hilo de seda. Cazar una mosca grande y gorda y tenerla como reserva para mañana. Chupar su sangre y dejar el recipiente seco. Acechar sobre la sopa de un incauto y sorber. Estos ejercicios no los hacemos a diario. Creemos que diario somos el mismo, que piensa lo mismo y quiere lo mismo. Pero a veces...
De cualquier manera, seamos insectos o monstruos o dioses o titanes o Hitler o Nerón o un vagabundo perdido o lo que nuestros más oscuros delirios nos dicten, somos todos lo mismo, somos la vida en la superficie terrestre.
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