Hay personajes míticos que se quedan en nosotros y nos acompañan por siempre. El Minotauro es ese personaje que se ha colado en mis pensamientos. Revisando imágenes me topé con esta y tuve el impulso de subirla. Cuando era pequeño, en el Bosque de Tlalpan, había un gran corral con Bisontes. Yo amaba ir y ver a los Bisontes pastando. De modo que mi Minotauro no tenía cabeza de toro sino de Bisonte. Me parece un animal sumamente fuerte e imponente. Su presencia me parece majestuosa. Imagino que el Minotauro tenía esa misma presencia fuerte, arrolladora y enigmática. Muchas de mis fijaciones nacieron en mi infancia. Por más que intento vivir aquí y ahora, mi presente se alimenta del pasado. Debemos vencer nuestras historias y generar un presente puro, pero hay historias que forjaron nuestra alma. Hay presencias que nos hicieron valorar la vida. Pensar en los Bisontes me recuerda mi infancia y de algún modo me llena de alegría. Yo no quiero matar al Minotauro.
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