Las puertas forman parte de la escenografía de nuestra vida. Hay puertas que queremos abrir, puertas que no sabemos si queremos abrir. Puertas que han sido diseñadas para ser abiertas por nosotros. Puertas que solo se abren a determinada hora. Puertas que permanecen abiertas y puertas que no abrirán. Hay puertas que ruegan por no ser puertas. Hay puertas tan bellas que disfrutamos al verlas. Hay puertas que guardan secretos y puertas que nos dejan ver a través de ellas. A mi me gustan esas puertas que te dejan ver lo que hay del otro lado. Me gusta saber qué encontraré. Pero últimamente he encontrado muy divertido imaginar que hay detrás de la puerta cerrada. Esperar a que sea el momento para que se abra. Me da curiosidad abrirla, me da miedo, me da placer. No tengo la llave y sin embargo confío en que se abrirá. Todas las puertas tienen la función de cerrar, pero siempre es más disfrutable cerrarla cuando hemos pasado, cuando nos protegen. Cuando hemos descubierto aquello que guardan. Este Blog cumple hoy un mes más, nueve meses, nueve puertas y hemos llegado ante una nueva.
Nailed it!
ResponderEliminarFelicidades!!
ResponderEliminarAdriana