¡ZAZ! Sí que es raro intentar percibir las cosas fuera del contexto aprendido y "lógico". Nadando en la propuesta de mi compañero de batallas blogueras, fotográficas e intelectuales, pensé: "¿a qué me suena el amarillo?"
Cerré mis ojos y busqué en mi subconsciente todo lo que para él sonaba a tal. Me ví en una playa a medio día, escuché el crujir de mil pisadas en la arena caliente...escuché la mordida a una manzana, jugosa y dulce; oí el rumor del viento desvistiendo suavemente las copas de los árboles bajo la peculiar luz invernal de mi amada ciudad. He de decir que este fue un ejercicio bastante divertido y descubrí que mi música favorita es definitivamente el azul.
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