viernes, 16 de diciembre de 2011

Influencia de papel

Si era o no el Libro Vaquero, no lo podría asegurar, pero de que mi padre leía unos libritos pequeños que luego intercambiaba por un número diferente en un puesto destartalado en algún lugar de la ciudad, eso sí lo recuerdo bien.  Recuerdo el librito doblado a la mitad en el bolsillo trasero de sus jeans, hasta recuerdo el color amarilloso, las hojas mil veces pasadas y el olor a libro viejo.  Se puede decir que estos libritos son un verdadero observatorio social.   A mí nunca me los dieron a leer (supongo que a mi corta edad las escenas semi-porno de la dichosa publicación no eran muy adecuadas) pero lo que agradezco es que mi padre y sus hermanos me introdujeron en el mundo de aquella agridulce niña porteña quien me sigue haciendo reir y pensar.  Este es un homenaje a "Quino" y a todos aquellos que entenden mis chistes locales basados en sus personajes y aventuras.

2 comentarios:

  1. Quino y tu Blog, ¡Wooooow!, son un parte aguas. cada uno en lo suyo.

    Igual nos haces reír y pensar... y vas más allá: Nos asustas, nos preocupas, nos animas, alimentas nuestro espíritu.. ¡Huf! Muuuchas cosas.

    Mis respetos para esa GRAN creatividad que llevas en tu interior. ¡¡Gracias a Dios por tu vida!! (Art)

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