A veces nos agarra la lluvia y a veces tenemos suerte. A todos nos toca mojarnos y a todos nos toca ver llover y no mojarnos. La vida es así, tienes sus altas y sus bajas. Así que cuando tienes suerte, no te creas lo máximo. Tan solo estás con un poco de suerte, ya te tocará estar del otro lado. En esta ocasión pasamos del sol y el verde turquesa del mar caribe a los vientos huracanados y el diluvio. Pero en menos de dos horas volvió a salir el sol. Si te toca mojarte recuerda que la tormenta también es pasajera. Todo va y viene, por eso hay que saber cuando gozar y cuando aguantar si la nube te persigue. A fin de cuentas, son más los días de sol que los de tormenta.
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