Gracias a Dios, México no es la tierra de ciegos, donde el tuerto es rey. Si México fuera la tierra de ciegos, el tuerto habría sido asesinado por la espalda apenas después de aprender a caminar. Esto debe acabar.
Cambiemos el rumbo. Tenemos ojos y mente, ¡usémoslos! Hagamos las cosas bien y de buenas. Ayudémonos a sobresalir. El camino es ser responsable. ¡Quita la venda de tus ojos! Los males de este país no empezaron con el narcotráfico. No podemos ni debemos esperar un segundo más. No podemos ser cómplices del deterioro, esta es nuestra casa. Es tiempo de corregir y corregir hasta que todo sea como debe ser.
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