martes, 15 de noviembre de 2011

Obra en construcción

El cambio es permanente. Quien crea que ya está completo, que ya lo sabe todo, debería morir. En realidad ya está muerto, porque evitar cambiar es imposible. Cerrarse a la vida, a lo nuevo, al cambio, a la inmensidad, es absurdo y estúpido. Todo se va modificando lentamente y ese cambio es lo que mantiene la vida. Sin muerte, no hay vida. Sin deterioro, no hay mejora. Todo es un experimento y todos estamos en construcción, al menos mientras estamos...
Ya después, otros sabrán cuales fueron nuestros frutos y podrán aprovecharlos o desecharlos. Bienvenida la vida, bienvenido el cambio, bienvenido lo nuevo. 
Construyamos!
Bienvenido mi cumpleaños que me acecha detrás del sábado.

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