Betty estuvo atenta al mundo que nos rodea y logró un paisaje íntimo. Si se tarda dos minutos más, no llega; si lo toma antes, no hubiera estado allí. Las cosas tienen su momento, pero la atención debe estar siempre viva. Si ponemos atención, si estamos viviendo el presente, si la mente está alerta, llegamos a la felicidad directo y sin escalas.
Los placeres simples llenan la vida.
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