Una vez más me ví de niña, metida alegremente en la tina de mi abuelo. Yo no sé qué tiene el agua, pero es en definitiva el medio de purificación más eficaz literal y metafóricamente. Lo sé cuando veo a los niños jugar en la lluvia, brincando en los charcos o rodando entre las olas entregándose por completo a su magia; lo sé cuando despues de un largo día de faena un regaderazo literalmente te devuelve la vida; lo sé porque hasta la Tierra posa la totalidad de su vida en la bendita agua, en la que a mí me fascina retozar.
Por cierto, acaba de empezar a llover...
No sé cómo le haces -estimada Betty, pero tanto tus fotos como tus escritos son una delicia.
ResponderEliminarGracias porque es un Oasis literario y visual en medio de este mundo que NO sabe sino de soccer, narcos y políticos.
Es una sinfonía a la que ya NO puedo dejar pasar. Te leo diario aunque estés cansada. hasta ésa te salió de peluchín. Felicidades.
Sigue adelante. Aun tienes mucho con qué enriquecer este mundo...