Estimados Fanáticos Religiosos:
Me dirijo a Ustedes de esta manera pues desconozco sus nombres. Agradezco infinitamente que tengan la gentileza de visitar este blog y su preocupación por el destino de mi alma. Supongo que entienden que la religión es ante todo una búsqueda privada, al decir privada quiero decir que no está sujeta a la intervención de agentes externos, se trata de un asunto personal. Sabrán también que el fundamento mismo de la búsqueda de Dios y de todas las doctrinas religiosas es el libre albedrío. En otras palabras, Dios nos dotó de la libertad de creer en él o no. Y no conforme con eso, Dios respeta nuestra decisión. Así que les pregunto, si Dios me respeta, ¿Porque creen que pueden venir a enseñarme cuanta tontería han aprendido en el camino?
Ustedes tiene libertad de expresión y pueden hacer su blog e intentar convencer a quién quieran de sus creencias, pero por favor les ruego, dejen de hacerlo en este blog.
Yo creo en Dios y soy uno con Él, pero Dios no es Jesucristo, ni Buda, ni Jehová. El culto a Jesucristo es un culto solar nutrido de tradiciones previas al cristianismo. La Biblia es un libro como cualquier otro, escrito por hombres y leído por hombres. Es un producto cultural. No fue escrito ni dictado por Dios. Al menos no en el sentido que ustedes lo entienden. Nací dentro de la cultura "occidental", la Biblia es parte de mi patrimonio cultural y puedo citarla o parafrasearla como me venga en gana. Ello no implica un insulto para nadie. Analizo todo con mi razón, soy budista, el fin de mi vida es ser feliz y no me interesa su propaganda. Recuerden que nadie puede ayudar a quien no quiere ser ayudado, en otras palabras déjenme en paz. Y recuerden que si son fanáticos es porque su principal virtud es estar más cerrados que ojo de una aguja y rechazar el uso de razones.
Sin más por el momento, un cordial saludo.
El Apóstol San Ab.