Cada día pasamos más tiempo viviendo una vida hecha de datos. Nos sentamos frente al monitor y comenzamos a "vivir" en ese mundo digital. Somos sin ser.
A pesar de todo, todos los días como, duermo, siento, conduzco, sueño y respiro en el mundo real. Pero la línea que divide el mundo real de lo que consideramos irreal se diluye. Cuidemos de olvidar los placeres simples que llenan la vida. Rescatemos los olores que nos conectan, respiremos profundo para saborearlos. Yo por ahora solo pido un tiempo fuera... y respiro.
Esta me latió...
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