La lluvia lo cambia todo. Reverdecen los campos y se limpian las ciudades. Pero la lluvia se lleva el sol y esa ausencia siempre nos pone algo nostálgicos. Entendemos que se trata de algo bueno y lo gozamos, pero tras dos o tres días de lluvia, extrañamos los días despejados. Por alguna razón eso es tan fuerte que la lluvia se asocia con los días en que no todo sale bien. A rainy day. En esos días, siempre hace falta compañía, un amigo de ley, alguien dispuesto a tomarse un tequila y pasar la tarde platicando. Que vengan más días lluviosos! Gracias Rafa!
No hay comentarios:
Publicar un comentario