Creo que uno de los hábitos más difíciles de adquirir es el de comer sano. Sin embargo, ya que se logra, se vuelve necesario y delicioso. Además en mi pueblo hace calor, sólo se me antojan verduras y frutas para reponer toda el agua que pierdo con sólo pensar...El problema llega cuando ataco el congelador y por fin logro sacar mi acalorada cabeza del frío, trayendo consigo una artificial y refrescante congelada de sabores "frutales" o peor aún, un cuarto de litro de helado de cierta marca europea que no hace sino volver adictos a todos...qué miedo. Ya me dio hambre...
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