Here comes the rain again!

El próximo domingo es mi cumpleaños, no puedo evitar sentir una mezcla de ansiedad, nostalgia y felicidad. Este año que concluye ha sido salvaje y violento con mis creencias y mi comodidad. Me he desarmado y vuelto armar, he estallado y he crecido. Mis cumpleaños se caracterizan por no ser épocas tranquilas para mi, sino el comienzo de un montón de reflexiones que me empujan a reinventar este raro monstruo en que me he convertido. Espero que este cumpleaños pueda fluir y poner las cosas en su lugar, quiero que mi alma se funda con el universo para permitir que la respiración recupere el ritmo y ser esa anhelada paz. Quiero ser la mano de Dios y cumplir mi misión sin mirar atrás. Quiero sentirme agradecido por todo.

Presente

Creo que la humanidad, hombres y mujeres, ha perdido el rumbo. Creo que hemos olvidado como relacionarnos de manera natural, aunque quizá no existe tal cosa. Siento que hay una lucha estúpida por ver quién manda en una relación y dado que ambas partes trabajan y ganan dinero resulta fácil pensar que no necesitamos del otro. Quizás en su caso, sea cierto y no necesiten de nadie. Yo he tenido que pasar por muchas cosas para verificar dolorosamente que, si bien es factible vivir sólo hasta la muerte, eso es algo que no me gusta y no pretendo hacer. Que bueno que todos podamos ser auto suficientes. Sin embargo, una pareja es necesaria por miles de razones que nada tienen que ver con lo económico. Tener alguien con quién compartir es una necesidad básica para mi. No entiendo por qué ser económicamente auto suficientes es un motivo para separarnos y no un pretexto para permanecer unidos. Creo que debemos recuperarnos y reconocer que: todos necesitamos un cómplice, vale la pena tener uno, vale la pena llegar a acuerdos, vale la pena consentirnos, vale la pena evitar heridas, vale la pena hacer concesiones. No se trata de quién manda, se trata de permanecer unidos y encontrar el modo de ser felices.